Capitalismo y Rentabilidad ¿Con Los Ojos en lo Espiritual?
Ec. Abel Parrado Villanueva, Magister en Administración
Cel. 315 3533847
En mi reciente desempeño como Consultor, en temas de direccionamiento institucional, tuve que indagar acerca del presente y futuro de la economía de mercado (capitalismo de occidente). Esta labor me permitió obtener información preliminar acerca de diversas corrientes que orientan el pensamiento económico contemporáneo y las llamadas megatendencias que aparecen en el panorama
Esta es, en líneas generales, la información que percibí. En el plano empresarial, actualmente es factible encontrar ciertas corrientes del pensamiento del mundo occidental que sugieren mover el timón del capitalismo, otras más audaces proponen terapias más drásticas, como refundarlo. De los años 90s hacia nuestros días el mundo percibe que es preciso “refundar” el sistema que impulsó la recuperación económica de la postguerra en Europa. Pensadores y analistas de la economía mundial concuerdan en ello.
Amartya Sen, Nobel de Economía y autor del Indice de Desarrollo Humano, considera que los beneficios (utilidades) deben dejar de ser el indicador de la buena marcha de la economía y que “hay que pensar más allá de la mera rentabilidad”. Con esta apreciación, el Nobel de Economía traza un nuevo horizonte para aquellos numerosos empresarios formados en la escuela de Milton Friedman y quienes perciben su quehacer gerencial y directivo fundamentado exclusivamente en la rentabilidad.
Por otra parte, según Ronald Inglehart, (Modernización y Post Modernización,1977) a partir de la segunda mitad del siglo XX, se registra una tendencia global de cambio en la prioridad de valores materialistas o de supervivencia (bienestar económico, seguridad miliar y orden interno) a valores post materialistas o de autoexpresión como son: la importancia de las ideas y libertad de expresión y la lucha contra el alza de los precios, lo cual significa una sociedad menos impersonal y que la propia opinión pese más en el trabajo. Por su parte, la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey) indaga seis cometidos, en los que R. Inglehart contribuyo a dicho estudio, uno de las cuales “es lograr que el progreso se funde más en las ideas que en la posesión del dinero.”
Hoy en día el tiempo libre es en realidad la rentabilidad y la utilidad del empresario que se desenvuelve en el mundo de los negocios.
El panorama empresarial anterior, circunscrito a la economía, se complementa con otras corrientes identificadas como megatendencias, de concepción holística, referentes a estudios especializados sobre economía, pensamiento social, arte, política, liderazgo, ciencia y el rol de la mujer, entre otros, los cuales tienen lugar en el mundo para visualizar y prospectar el desarrollo del ser humano y su universo. Es aquí, donde la espiritualidad no solo se menciona, si no encaja y hace parte de las megatendencias.
En particular, para Patricia Aburdene (Megatendencias 2010) algunas de las más destacadas tendencias en la actualidad son: El surgimiento de lo espiritual, como una vuelta al interior y a la meditación. El amanecer del “capitalismo consciente”, que no es otra cosa que reconocer que los tipos buenos obtienen grandes utilidades. Dirigir desde la gerencia media, que significa gerentes comunes y corrientes, pero con valores, influencia y autoridad moral. La espiritualidad en los negocios: la mitad de las personas están hablando de la fe al hacer negocios. El consumidor movido por valores. La ola de soluciones conscientes y la bonanza de la inversión socialmente responsable.
El texto de P. Aburdene señala los significativos resultados de un variado conjunto de empresas, cuyos directivos se orientan en el marco de las megatendencias. La autora acude al término religión para referirse a la estructura formal y con frecuencia pública mediante el cual el hombre adora a Dios, en tanto que espiritualidad es la experiencia o anhelo de experimentar lo divino. En síntesis, la religión tiende a ser comportamental y la espiritualidad es más bien experimental y a menudo una cuestión privada. La autora, ella misma, se considera “una mujer capitalista e indagadora espiritual”.
Luego de analizar y sopesar el cuestionamiento al capitalismo y sus resultados (la rentabilidad), con la tendencia hacia lo espiritual de los empresarios, me he motivado no solo a consignar este hecho sino, fundamentalmente, a lanzar este interrogante: ¿será que quienes de, una u otra manera, nos mueve lo espiritual, podemos encausar e impulsar esta tendencia en el espacio empresarial cercano?
Bogotá, D.C., Junio 28 de 2010
Agradezco la oportunidad ofrecida para opinar sobre los temas tratados en este interesante sitio.
ResponderEliminarAnte todo, permítaseme sentar, que desligado como he estado de los estudios del área económica, académicamente hablando, nunca he entendido la evidente diferencia entre lo expresado por especialistas mundiales y vernáculos de la economía y la cruda realidad del ambiente económico que me ha rodeado.
En mi desempeño profesional vinculado al área petrolera, me cuesta creer que Colombia haya estado siempre "tapando un hueco para abrir otro". Viendo como he visto, los ingentes recursos que día por día genera Colombia por esta vía.
Creo que las premisas y modelos económicos, provengan de donde provengan son muy difíciles de concretar y aplicar; el Dr. Abel Parrado V. nos dice en su interesante artículo, que la nueva tendencia económica mundial ya no está basando sus estrategias en la obtención de metas financieras únicamente, y que ha empezado a orientar políticas económicas con favorecimientos de tipo social. Muy escépticamente debo decir como se dice en la calle: lo último que pierdo es la esperanza.
No recordamos el nombre de un reconocido economista -algo así como Mugrave?- que en la décadade los 60s, vino a nuestro país anunciando la recomposición de nuestra política cafetera que, como actividad bandera de nuestra economía, sería de ejemplo continental. Han pasado 50 años de eso y vemos que seguimos a la saga de paises con menos infraestructura y recursos del área.
El tema de la economía es inconmensurable e inaccesible para mí, por ello solo me atrevo a opinar muy precariamente sobre el tema; y por tanto le agradezco a los promotores del sitio, en especial a doctor Parrado la posibilidad de que lectores ígnaros del tema, podamos opinar basados en las experiencias vividas con nuestros sueldos vs costo de vida.
Saludo sincero. Gracias. Miguel A. Ramírez H.
Hola Miguel sin duda que como usted dice es muy dificil y la esperanza es lo ultimo que se pierde, si es que uno tiene paciencia, resistencia y perseverancia ojala que podamos transceder la responsabilidad social empresarial y logremos juntos ayudar un poco mas cada dia a las personas, comunidades y sociedades
ResponderEliminarCarlos Vernaza
Miguel,un saludo.Aportuno tu aporte. Nos recuerdas a Richard A. Musgrave quien dirigió la Misión en 1974 que adaptó el sistema tributario de Colombia a las necesidades del desarrollo socioeconómico y dotó a los entes territoriales de régimen adecuado. En su momento, Juan Camilo Restrepo, ahora Ministro de Agricultura, resalto el aporte de este equipo de expertos, entre ellos cuatro colombianos. Hoy por hoy las empresas se empeñan en acciones con valor agregado económico, social y ambiental, acorde con el rumbo de la nueva economía,que se abre paso, conocida como responsabilidad social corporativa. Abel Parrado
ResponderEliminarEsta nota, me permite recordar la reflexión de Hans Küng: "“En los países industrializados ricos, tras una época de conducta miope y cínica de buscar las mayores ganancias posibles, es posible que estemos en los comienzos de una nueva era de modestia y sostenibilidad. Las compañías enfrentan una creciente presión para comportarse éticamente, y por fin se castiga el comportamiento empresarial poco ético”. Yo he tomado partido por el cambio. Todos necesitamos hacerlo y hacerlo saber.
ResponderEliminarGracias por ayudar.
RamiroR.